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Pero verdaderamente, ¿era necesaria una organización de carácter religioso? 3/8

El problema de las religiones es el contenido, no el continente. El debate sobre este tema se enfoca desde una óptica neoliberal e individualista. No hay nada reaccionario en construir una comunidad que gire en torno a un lugar en el que encontrarse cada fin de semana. Lo  negativo hasta ahora han sido los valores de esas comunidades.

Con este planteamiento que hago de una religión no dogmática, atea/agnóstica o no teísta —también para deístas y panteístas—, lo que quiero es colaborar en un cambio en la forma de entender la realidad. No solo para quienes han alcanzado un estatus en la sociedad que les permite vivir de forma aparentemente independiente, también para quienes viven en los pueblos o en los barrios, principalmente en entornos no individualistas, con menor nivel de recursos económicos que la media de cada sitio y que necesitan ayudarse de manera importante unxs a otrxs para salir adelante.

En las últimas décadas, multitud de personas se ha desentendido de las religiones pero hay gente que, incluso en el supuesto de que quisiera, no podría hacerlo, por razones psicológicas, sociológicas y económicas. Estas, como fenómeno cultural, aportan un gran componente social a la vida, al tiempo que se ocupan de calmar en las personas su angustia ante la muerte.

Es momento de construir una nueva, que sea diferente, con la esperanza de que se haga conocida, masiva y se convierta en una alternativa ante las tradicionales. Esta trataría además, de ofrecer una opción atea/agnóstica o no teísta, con vistas a acabar en un futuro con el oligopolio que tienen las grandes creencias teístas. Cada una de ellas es la mayoritaria en determinadas áreas del planeta, podríamos decir que se reparten el globo terráqueo.

El propósito de todo esto es que se formen nuevas comunidades de mujeres, personas de géneros no binarios y hombres, en las que haya fuertes interacciones basadas en los cuidados y existan diferentes maneras de comprender nuestra existencia, pero conseguirlo sin alejar a nadie de su entorno tradicional. No debemos actuar como lo que podría ser calificado como una secta destructora de la personalidad.

Con estas nuevas comunidades podríamos luchar contra la soledad, que tan problemática se vuelve a medida que nos hacemos más mayores y dependientes y dotar de un extra de sentido a multitud de vidas que lo puedan necesitar.

Pareciera que las religiones solo pudiesen formar entidades caducas, que a partir de la Ilustración fueron señaladas como formas de pensamiento equivocadas y que deberían ser sustituidas por la ciencia. Pero como dice Marina Garcés en Nueva ilustración radical

“Para la ilustración no se trata de establecer cuál es el saber más acertado sino cuál es la relación más acertada con cada una de las formas de la experiencia y el saber. La apuesta no consiste, por tanto, en sustituir a la religión por la ciencia y hacer de ella, como se dice a menudo, una nueva religión moderna. La ilustración no es el combate de la ciencia contra la religión o la razón contra la fe. Esta es una simplificación reduccionista que distorsiona lo que verdaderamente está en juego. Lo que la ilustración radical exige es poder ejercer la libertad de someter cualquier creencia a examen, venga de donde venga, la formule quien la formule, sin presupuestos ni argumentos de autoridad.” 

Si propongo aquí una nueva religión tampoco puede ser dogmática, sino que sus ideas y creencias tienen que estar abiertas a la duda y la discusión. No debe importarle si has tomado una opción atea, agnóstica o si, por el contrario, prefieres creer que la realidad fue creada por un dios que se desentiende de las criaturas que aparecieron en su creación (deísmo) o si piensas que la naturaleza —todo y todas las seres vivxs— forma parte de un dios (panteísmo). 

Se tratará de una religión en la que no va a ser necesario creer en nada, contrariamente a lo que sucede con las teístas, que te obligan a asumir que hay un ser que está siempre contigo, pendiente de lo que haces y que cuando mueras te va a juzgar en consecuencia, otorgándote un premio o un castigo eternos. De una que permitirá que mantengas unas creencias propias no teístas, animistas, incluso podrías tener unas budistas. 

Esta organización de carácter religioso no va a tener dogmas de fe, aunque ha de construirse en torno a tres principios básicos:

1 Las criaturas humanas somos parte de la naturaleza y dependemos de ella, por tanto necesitamos unos ecosistemas sanos. No somos muy diferentes del resto de seres vivas.

2 Todas tenemos los mismos derechos y somos interdependientes, sin importar el género, el color de piel, la orientación sexual o las capacidades de cada una.

3 Tenemos que habilitar algún mecanismo para conseguir justicia en el reparto de la energía y los bienes que logremos  extraer de la naturaleza de manera sostenible.

Estoy convencido de que se puede construir una religión sin fe, al estilo del pastafarismo1 o del Satanismo Laveyano2, pero con unos símbolos menos inquietantes que esta última y menos cómicos que la primera, y basada en la noción de comunidad, en los feminismos, el ecologismo, el antirracismo y la lucha LGTBIQ+. Todo lo relacionado con el satanismo tradicional irrita profundamente a la comunidad cristiana y perturba a una cantidad importante de quienes ya la han abandonado, que se acercarían a ese satanismo pero no lo hacen por su educación en la fe. En cuanto al pastafarismo o religión del Espagueti Volador —reconocida como tal en algunos lugares como Nueva Zelanda, donde se realizó alguna boda por este rito, mientras que en otros como Polonia fue catalogada como una de las muchas religiones paródicas que existen— su alto contenido humorístico supone que no sea seguida por un número significativo de población, al igual que ocurre con otras religiones paródicas.

El laicismo individualista ha llegado hasta donde le ha sido posible, pero solo progresa de forma significativa en los territorios con mayor IDH3, siempre que haya una cultura con tradición crítica y no demasiada adscripción religiosa. No es el caso de Singapur, Israel ni de los países de la península arábiga o su entorno. Parece como si necesitase de riqueza para seguir aumentando. Es lógico que un modelo así no tenga éxito en Latinoamérica, África o los países del sur de Asia. Y además, lo más probable es que en el futuro nuestras condiciones de vida vayan a peor, dada la destrucción de los ecosistemas naturales que estamos llevando a cabo, ahora a pasos agigantados, el cambio climático que está sufriendo la Tierra y el desequilibrio que supone que este tenga unos recursos limitados —a cuyos límites ya hemos llegado—, mientras el sistema capitalista busca siempre el crecimiento infinito. 

Hay que tener en cuenta que en casos de dificultades económicas las religiones cobran fuerza, pues tienen una gran función agregante, o en un lenguaje más social, un importante componente comunitario.

El heteropatriarcado es algo que ha caracterizado a prácticamente a todas las religiones (salvo a la Wicca), y su influencia en las sociedades que las crearon era todavía más fuerte de lo que es hoy, de modo que consideraron un gran pecado las relaciones homosexuales y fomentaron visiones horribles de las mujeres libres, con el mensaje de que solo podían ser buenas si se comportaban como muñequitas manejadas por los hombres.

Para las personas irreligiosas, como las de mi entorno, o incluso yo mismo —hasta que decidí comenzar este texto—, las religiones siempre han supuesto algo muy negativo. Hasta ahora se podría considerar que, al tiempo que han ofrecido consuelo ante la muerte, nos han llenado la mente con unos principios absurdos. No obstante, yo creo que no tiene que ser siempre así. Podemos construir una nueva, la Congregación del Infinito, que no sea misógina y que sea inclusiva, en la que se adscriban quienes tengan diferentes creencias no teístas, incluso materialistas4. Pareciera que para construir una organización de carácter religioso son indispensables planteamientos espiritualistas pero no es verdad, se puede hacer desde el más puro materialismo.

El patriarcado durante milenios ha dominado —y aún hoy domina— ampliamente  pensamientos y comportamientos. Uno de los instrumentos que ha usado para hacerlo son las religiones. Hace falta una nueva realmente diferente: atea/agnóstica (o no teísta), no dogmática y ecologista, que luche contra la supremacía blanca, este maldito sistema patriarcal y la xenofobia. Una que, partiendo del respeto a la tierra y al medio ambiente en general, conociendo los límites del planeta y basándose en la igualdad y la no discriminación, pueda intentar disminuir la tristeza de la gente ante la desaparición de sus seres queridxs y aminorar la inquietud ante el futuro de su propia muerte, al tiempo que articula nuevas comunidades. Debemos intentar que los contextos en los cuales actuamos sean más igualitarios en este siglo y que, si bien el patriarcado va a continuar existiendo y hemos de perseverar en la lucha contra él, ya no pueda marcar tanto las vidas de las criaturas humanas. Herramientas muy útiles para intentar impedir que siga siendo hegemónico son la discriminación positiva y lo que yo llamo “listas cremallera no binarias”5. Las viejas religiones teístas siempre lo han sostenido. Incluso en las últimas décadas, cuando los cimientos del sistema patriarcal han empezado a hundirse, han apuntalado el edificio. 

Que si la mujer salió de una costilla, que si no pueden oficiar misa, que si mujeres y hombres (por supuesto, no existen las personas de géneros no binarios) tienen que estar separadxs en los lugares de culto, que si no pueden realizar varias actividades, que si tienen que vestir con decoro, que si no pueden tocar instrumentos musicales, que si tienen que llevar en público el cabello cubierto con tela o peluca…  Encuentro de muy mal gusto incidir en que una mujer haya tenido o no relaciones sexuales con penetración y aludir a ella después como la Virgen de nosequé o la Virgen de nosecuantitos. Todo está organizado a partir de una terrible misoginia que logra obstaculizar las vidas de las mujeres. Intenta subyugarlas, pero como esto cada vez es más imposible, lo que consigue es ponerles impedimentos y dificultades en la tarea de equiparar su posición en la sociedad con la de los hombres.

Continuamente tenemos noticias de violencia contra las mujeres, de agresiones sexuales y de feminicidios. Son hechos contra los que toda la sociedad ha de seguir luchando cada día. Todo un sistema de terrorismo machista que se ha ido agudizando como reacción al auge de los feminismos, que tiene como resultado una enorme cantidad de mujeres muertas —también algunas criaturas, víctimas de la violencia vicaria— y que logra infundir miedo a la mitad de la población. La Congregación del Infinito debe crear centros comunitarios autónomos donde haya, entre otros, grupos de mujeres en los cuales se impartan talleres feministas, de los que el más necesario sería el de autodefensa para mujeres. No obstante, la programación de esos centros, además de otros asuntos como su uso para encierros de protesta, su régimen de limpieza o su horario de apertura, serán decididos por su propia asamblea. Se podrían realizar en ellos, talleres abiertos a todo el público de: agricultura ecológica, cultura de los Derechos Humanos y de la igualdad, reparación de bicis, idiomas, cocina vegana, juegos de mesa… Los talleres funcionan como lugar donde, además de aprender, es fácil que socialicemos. 

Igualmente, en cada centro comunitario sería deseable que se reuniese un grupo LGTBIQ+. También se pueden impartir talleres de autodefensa, específicamente dirigidos a quienes nos identificamos dentro del acrónimo. Quizá así, antes de agredirnos, se lo piensen dos veces. Hemos de conseguir que mujeres y disidentes sexuales o de género sean efectivamente respetadxs. Es posible que intuyendo que formamos parte de una organización que debería a ser grande, esos machos acostumbrados al uso de la fuerza,  no cometan unas agresiones violentas que en ocasiones se convierten en asesinatos y que frecuentemente tienen como víctimas a mujeres cis y trans o personas de géneros no binarios. Puede que esto nunca ocurra no obstante, merece la pena intentarlo.

Todas las organizaciones no feministas adolecen de un tremendo exceso de representación masculina (a menudo señoros o machirulos) en sus cuadros dirigentes, debido a la fuerza del sistema patriarcal. Este es el que produce el verdadero borrado de las mujeres. Demasiadas mujeres que se definen como feministas radicales, exhiben comportamientos tránsfobos y se centran en luchar contra las que apoyan la causa queer que, por otra parte, también pueden ser feministas radicales. Toda esta lucha a quien beneficia, sin duda, es a lxs agentes del patriarcado.

Quienes no vivimos como el sistema patriarcal esperaría, hemos de exhibir más unión, empoderarnos y proyectar una imagen de fuerza, pero para ello tenemos que dejar atrás el individualismo exacerbado que ha sido predominante desde hace bastantes décadas. Debemos organizarnos mejor, al menos de un modo tan eficaz como el de aquellxs que se encuentran todos los fines de semana en sus diferentes templos. En torno a una entidad religiosa radicalmente diferente a las que conocemos, lo conseguiríamos y podríamos lograr que se formasen comunidades —autogestionadas y con fuertes relaciones de cuidados entre sus integrantes— de mujeres, personas de géneros no binarios y hombres en diversos lugares.

Es indignante comprobar la cantidad de víctimas provocadas en el mundo por las violencias machistas, las agresiones racistas y las que van dirigidas a LGTBIQ+ y está en nuestra mano construir un movimiento fuerte que pueda amedrentar en algún caso a la gente que las comete.

1  El pastafarismo o religión del Monstruo del Espagueti Volador, desarrollada en 2005 por Bobby Henderson como una protesta social ante la amenaza realizada por el Estado de Kansas, de incluir en las escuelas públicas, la hipótesis teológica del diseño inteligente como alternativa a la teoría de la evolución. Posteriormente adquirió bastante notoriedad gracias a su difusión por varios medios de comunicación.

2 Religión creada en 1966 por Anton Szandor LaVey en California denominada Iglesia de Satanás, con una filosofía materialista y muy influenciada  por Friedrich Nietzsche y Ayn Rand.

3 Índice de Desarrollo Humano. Se trata de un indicador elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y que clasifica a los Estados según diferentes variables como el ingreso per capita, la esperanza de vida, la tasa de alfabetización, etc. Sin embargo, no incluye indicadores de igualdad de género ni respecto a las personas que migran a esos países.

4 Todas las veces que uso está categoría estoy hablando de una tendencia filosófica que subraya que la materia es la que produce la conciencia. Para otras acepciones del término usaré la palabra consumista.  https://es.wikipedia.org/wiki/Materialismo

5  Unas listas en las que se alternan hombres con mujeres que, en cualquier caso, podrían ser sustituidos o sustituidas por personas de géneros no binarios.

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Pero verdaderamente, ¿era necesaria una organización de carácter religioso? 2/8

En determinados ámbitos, las religiones son consideradas algo del pasado. Sin embargo,  todavía hoy, en amplias zonas de la Tierra son percibidas por la mayoría de la población como indispensables para la vida. En muchas culturas no resulta confiable alguien que no siga alguna. Podemos construir una que sea mejor que las que sobradamente conocemos. Lxs integrantes de la sociedad de consumo tienden a comportarse de forma individual pero para practicar una religión suelen agruparse. Puedes hacerlo en soledad en la intimidad de tu hogar, pero donde se vive realmente es en las celebraciones religiosas grupales. Participamos de manera insuficiente en asociaciones, asambleas, cooperativas, sindicatos o partidos podlíticos —incluso si somos socixs, estamos sindicadxs o afiliadxs— mientras que, lo hacemos de forma multitudinaria, en celebraciones religiosas. Baste ver las procesiones en todo el planeta, las de la Semana Santa sevillana, o el enjambre humano que se concentra en la aldea de El Rocío, en Almonte (Huelva, España), con motivo del traslado de cierta imagen sagrada, así como diversas muestras de fervor en diferentes viejas religiones místicas y de las revelaciones, que vemos por televisión y que se producen a lo largo del globo terráqueo. La mayor parte de las criaturas humanas solemos adquirir un mayor compromiso con ellas que con cualquier otro tipo de organización.

Considero vieja cualquier religión cuyos relatos tengan más de quinientos años —como los tienen los de la cristiana, la musulmana, la judía, la hindú, la sij o la budista—, independientemente de que tenga fieles que se reúnan en sectas creadas en los siglos XIX, XX o XXI como, por ejemplo la conocida en Andalucía como Iglesia del Palmar de Troya1, que se construyó a finales del siglo XX, pero en base a un relato que tiene casi dos mil años.

Siempre vemos a lxs mismxs exteriorizando sus creencias y actuando en la vida pública. Las personas claramente antipatriarcales, antirracistas, ecologistas o que somos disidentes de orientación sexual o género, hemos de aparentar más fuerza de la que mostramos hoy, estar unidas y aprender a defendernos porque vamos a ser atacadas por quienes llevan como estandarte los valores machistas y tradicionales. Y estoy convencido de que para ello es muy útil construir una nueva organización de carácter religioso.

Necesitamos una estructura que organice a aquellxs que creemos que el crecimiento económico infinito no existe, que no se puede favorecer a costa de la naturaleza y que el planeta tiene unos límites; a quienes tenemos como objetivo luchar contra la supremacía blanca, el sistema patriarcal, la LGTBfobia y la xenofobia a la vez que construimos una comunidad.

Las religiones nuevas, la mayor parte de las veces no han sido positivas salvo importantes excepciones como, la Wicca, ciertas religiones afroamericanas, el pastafarismo2 y otras religiones paródicas: el jedismo, la Iglesia maradoniana, la Iglesia de la eutanasia…  Hechos de sobra conocidos respecto a varios cultos como: que la Iglesia de la Cienciología, o el movimiento  de Osho3 hayan mostrado demasiada afición al dinero; que hayan proliferado las sectas destructoras de la personalidad, entre ellas varias de las llamadas religiones ovni; que la Verdad Suprema4 quisiera provocar en el metro de Tokio una masacre con gas sarín; o que en algunos casos hayan empujado a la muerte a sus integrantes, como los suicidios colectivos rituales en los casos del Templo del Pueblo5, Heaven’s Gate6 y Templo Solar7, no significan ni que sean las viejas religiones patriarcales las únicas dignas de ser seguidas, ni que debamos adoptar un laicismo individualista. 

Los medios de comunicación de EEUU han mostrado hasta la saciedad la historia de la “Familia Manson”, en concreto de los asesinatos que cometieron8, dando a entender que nuevas formas de convivencia y nuevos cultos alternativos a los clásicos están abocados al desastre, a la violencia y al crimen.

Con estos ejemplos, es muy lógico desconfiar de cualquier iniciativa que pretenda establecer una nueva organización de carácter religioso. No es el ánimo de lucro lo que me guía —más riqueza tampoco podría mejorar de manera significativa mi vida— sino  el deseo de profundizar en la unión de las trabajadorxs que ha hecho posible Estados del Bienestar9 como en el que vivo. Será indispensable que se globalice algo así en esta década y en las próximas en las que vamos a experimentar grandes decrecimientos, algo que hará que este tipo de sistemas sean —aún más— puestos en cuestión. Aunque también podría generalizarlos.

Si miramos bien, comprobamos que es frecuente que las masas actúen movidas por las religiones. Las historias en las que se basan las viejas están llenas de desigualdad entre hombres y mujeres y discriminación hacia LGTBIQ+ de modo que, si creamos una nueva no puede ser así.

Es cierto que numerosas iglesias cristianas occidentales reformadas progresistas se han acercado a LGTBIQ+. Algunas tienen pastores abiertamente gays y la anglicana, la metodista, algunas baptistas o la Iglesia Protestante Unida de Francia, entre otras, pastoras abiertamente lesbianas o trans. Incluso las hay que ofician bodas de gays y de lesbianas. Pero también es cierto que otras han fomentado las denominadas terapias de conversión, en las que multitud de disidentes sexuales y de género han sido torturadxs. 

Igualmente, es un hecho conocido que que numerosos grupos pertenecientes a diferentes confesiones se han aproximado a movimientos feministas. Sin embargo, siempre lo van a hacer partiendo de relatos claramente misóginos, en los que se señala que las mujeres son seres imperfectos.

Una nueva tampoco debería convertirse en otro “opio del pueblo”, como decía Marx, en algo que lo mantiene adormecido, en un bálsamo con el que calmar a las masas cuando sufren por las heridas que causa la injusticia, ante la cual evita que se rebelen.

De manera diferente a la de las religiones místicas y de las revelaciones, se trata de formar una congregación emancipadora basada en la lógica, potenciando las connotaciones de “comunidad”, “grupo” o “apoyo” que tiene esa palabra y eliminando otras como “dogma” o “fe”.

Los grandes, viejos y patriarcales cultos siempre han estado junto a reyes, nobles, generales, coroneles, dictadores varios, terratenientes, poderosxs empresarixs y políticxs, incluso al lado de lxs que consiguieron sus cargos gracias a la democracia representativa. 

En algunos momentos desarrollaron el gusto por la sangre, la tortura física y el sufrimiento, ya que a su modo de ver, provocan una purificación de lxs fieles. Esta nueva congregación ha de oponerse a cualquier forma de agresión involuntaria hacia el cuerpo humano, como por ejemplo la mutilación genital femenina, una cruel intervención en el cuerpo de las niñas, motivada más por una tradición patriarcal, que por las viejas religiones teístas. También estará en contra de las mutilaciones genitales que se aplican a lxs bebés intersexuales. 

En Europa Occidental —seguramente también en otros sitios— es fácil escuchar frases del tipo “todas las religiones son negativas” o “solo buscan controlar a la gente”. Incluso se acusa, con ánimo de ofender, a determinados movimientos sociales de conformar una. Mientras, en importantes áreas de la Tierra, la mayoría de la población no puede imaginarse sin ser parte de una de ellas, un fenómeno relacionado con el sentimiento de pertenencia a un colectivo, con el hecho de formar parte de algo que es más importante que nuestra existencia y nuestros problemas.

Las encuestas detectan un porcentaje mayor de atexs, agnósticxs o no creyentes en la doctrina de ninguna iglesia entre quienes viven en sociedades individualizadas, tienen mayor poder adquisitivo y son originarias del Norte Global —proporción, claro está, que no encontramos en el norte de Abya Yala10, Israel, Singapur o los países con alto IDH11 de la península arábiga—, mientras que quienes viven en países considerados en vías de desarrollo, pareciera que necesitasen estar encuadradxs en una de las grandes, viejas y patriarcales religiones.

Las organizaciones de carácter religioso influyen enormemente en la vida cotidiana de sus fieles, lxs movilizan y colaboran en la elaboración de sus formas de entender la vida, en sus cosmovisiones. Son unos instrumentos que, al contemplarlos a nivel global, se revelan demasiado poderosos como para prescindir de ellos. Como explica Daniel Dennet en Romper el hechizo, pueden resultar muy convenientes:

Ciertamente, la religión puede sacar a relucir lo mejor de una persona. No obstante, esta propiedad no es privativa de este fenómeno. Tener un hijo usualmente produce un maravilloso efecto de madurez en una persona. La guerra, como bien se sabe, brinda a la gente abundantes circunstancias para las cuales tiene que estar a la altura, como también ocurre con desastres naturales como las inundaciones y los huracanes. Pero para el trasiego diario, probablemente no haya nada tan efectivo como la religión: hace más humilde y paciente a la gente poderosa y con talentos, hace que la gente común y corriente se supere a sí misma, provee de un firme soporte a las muchas personas que necesitan desesperadamente de ayuda para mantenerse alejadas de la bebida, las drogas o el crimen. Personas que de otro modo estarían totalmente ensimismadas, o que serían superficiales, o toscas, o que simplemente se darían por vencidas con facilidad, con frecuencia son ennoblecidas por su religión, pues les da una perspectiva de la vida que las ayuda a tomar esas difíciles decisiones que todos estaríamos orgullosos de tomar. 

Resultaría muy beneficioso que la motivación, la fuerza y la firmeza en las propias convicciones que podemos ver en diversas manifestaciones religiosas, se pudiesen apreciar también en una organización que difunda el feminismo, el antirracismo, el ecologismo, los derechos del colectivo LGTBIQ+ y que nadie puede ser nunca ilegal. 

1 La Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz en compañía de Jesús y María es una escisión de la Iglesia Católica en la que Clemente Domínguez se autoproclamó Papa en 1978.

2 El pastafarismo o religión del Monstruo del Espagueti Volador, desarrollada en 2005 por Bobby Henderson, se creó como una protesta social ante la amenaza realizada por el Estado de Kansas de incluir, en las escuelas públicas, la hipótesis teológica del diseño inteligente como alternativa a la teoría de la evolución. Posteriormente adquirió bastante notoriedad gracias a su difusión por varios medios de comunicación.

3 Artículo aparecido en eldiario.es

https://www.eldiario.es/cultura/sexo-drogas-religion-colonizo-estadounidense_1_2201397.html

4 Noticia aparecida en el diario La Vanguardia

https://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20190226/46692776938/verdad-suprema.html

5 Entrada sobre el Templo del Pueblo en Wikipedia.   

https://es.wikipedia.org/wiki/Templo_del_Pueblo_de_los_Discípulos_de_Cristo

6 Artículo aparecido en la revista Gq

https://www.revistagq.com/noticias/articulo/heavens-gate-secta-new-age-nike

7 Noticia en el diario 20minutos

https://www.20minutos.es/noticia/167881/0/secta/templo/solar

8  El 9 de agosto de 1969, integrantes del grupo articulado en torno a Charles Manson, actuando bajo sus instrucciones específicas, mataron a la entonces conocida actriz Sharon Tate y otras cuatro personas que se encontraban en su casa, así como de dos más al día siguiente. Entrada sobre la “Familia Manson” en Wikpedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Familia_Manson

9 Soy consciente de que el enriquecimiento de Europa a través de la colonización o el tráfico de esclavizadxs añadido a la amenaza del autodenominado “socialismo real” también propiciaron el establecimiento de estos sistemas. Sin embargo, estoy convencido de que aun en una situación de descenso energético y de recursos, todos los países podrían tener algo similar a los actuales Estados del Bienestar sin explotar ningún territorio.

10 Nombre que el pueblo guna, situado entre las actuales Panamá y Colombia, usó para designar al continente americano antes de la llegada de lxs colonizadorxs de Europa.

11   Índice de desarrollo humano. Indicador elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y que clasifica a los Estados según diferentes variables como el ingreso per capita, la esperanza de vida, la tasa de alfabetización, etc. Sin embargo, no incluye indicadores de igualdad de género ni de trato a minorías ni a migrantes.

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Pero verdaderamente, ¿era indispensable una organización de carácter religioso? 1/8

Respondiendo a la pregunta, yo estimo que sí y a lo largo de toda la extensión del capítulo, me dedicaré a justificarlo.

Igual que está claro que la mayoría de habitantes del planeta no son blancas ni de origen europeo, sabemos que existen millones de atexs o agnósticxs repartidxs por todos los países, si bien a menudo han de disfrazar o esconder sus opiniones. Al no reunirse semanalmente —como sí lo hace la gente religiosa—, su único instrumento de organización lo constituyeron las asociaciones. Actualmente hay muchas. A modo de ejemplo citaré algunas de ellas.

La American Atheists fue fundada en EE UU. en 1963 por Madalyn Murray O’Hair (1919-1995), tras ganar un juicio en el Tribunal Supremo contra el gobierno para suprimir el rezo matutino en las escuelas. En palabras de Murray O’Hair es «un movimiento nacional que defiende los derechos civiles de los no creyentes, trabaja por la separación de la Iglesia y el Estado, y se ocupa de los problemas derivados de las políticas públicas con relación a la Primera Enmienda”. La American Atheists siguió funcionando después de la truculenta muerte de su fundadora —fue secuestrada y asesinada por un antiguo colaborador suyo1— y situó polémicas vallas publicitarias en el acceso por autopista a diferentes ciudades de Estados Unidos, como por ejemplo, la de 2014 que presentaba a una niña que le pedía a Santa Claus no tener que ir a misa como regalo de navidad.

Continuando en el ámbito anglosajón encontramos el movimiento Bright (brillantes),construido a raíz de la elección de esa palabra a modo de alternativa a otras como: “ateo, atea, sin Dios —en inglés es una sola palabra: godless—, materialista, infiel” y a expresiones como “no creyente”. Estas tienen un matiz que se supone que desanima a quien escucha hablar de estos grupos. Según explican en su web: Somos participantes de una circunscripción internacional de individuos en Internet. Todos tenemos una cosmovisión naturalista, libre de elementos sobrenaturales o místicos.”2

Ya en el Estado español, Europa Laica fue fundada en 2001 y según sus propias palabras: “Es una asociación laicistaespañola que entiende por laicismo el establecimiento de las condiciones jurídicas, políticas y sociales idóneas para el desarrollo pleno de la libertad de conciencia, base de los Derechos Humanos. Defiende el pluralismo ideológico en pie de igualdad como regla fundamental del Estado de Derecho y el establecimiento de un marco jurídico adecuado y efectivo que lo garantice y lo proteja frente a toda interferencia de instituciones religiosas que implique ventajas o privilegios.”3. Forma parte de la Red Laicista Europea (RLE) y de la Asociación Internacional de Libre Pensamiento (IAFT) que promueve el laicismo y la libertad de conciencia en todo el mundo.

En diversos Estados europeos, las asociaciones laicas se han convertido en un polo de atracción para quienes exhiben tendencias islamófobas. Actualmente son un imán para eurocentristas. Eso hace más interesante plantear una alternativa. 

Atheist Centre es una organización fundada en un pueblo del distrito de Krishna, en el estado indio de Andhra Pradesh, en 1940, por un hombre conocido como Gora. Sigue los preceptos de no violencia de Mahatma Gandhi (1869-1948) que, a pesar de ser un fervoroso hinduista, conocía el grupo y quedó impresionado con su trabajo. Atheist Centre ha destacado siempre en el trabajo social y ha organizado cenas y matrimonios para acabar con la intocabilidad y el sistema de castas.

Nirmukta —una palabra del sánscrito que significa algo así como “liberada”— es otra entidad india fundada en 2008 y que promueve la ciencia, el racionalismo, la libertad de pensamiento, el humanismo y lucha contra la superstición. Es bastante activa en todo el país y tiene sedes en las principales ciudades. Apoya los movimientos feministas y de lucha por los derechos LGTBIQ+ en India.

Varias entidades indias se agrupan en torno a la Federation of Indian Rationalist  Associations (FIRA) y, como explican en su página web: “Como una entidad aglutinadora de organizaciones racionalistas, está comprometida con el desarrollo del humanismo y la visión científica en India, interesada en promover la tolerancia, el pensamiento crítico, los derechos de las mujeres, la secularización, la libertad de expresión y la lucha contra el sistema de castas del hinduismo y su violencia —especialmente hacia lxs Dalit4—, la superstición, las pseudociencias y el matrimonio infantil».5

A nivel mundial encontramos la Liga Internacional de No-Religiosos y Ateos, fundada en Berlin en 1976, la Alianza Atea Internacional, cuyas asociaciones son en su mayoría de EEUU, y la ya citada Asociación Internacional de Librepensadores.

1 Existe una película de 2017 contando este horrible crimen llamada “The Most Hated Woman in America” (La mujer más odiada de EE.UU.) de Tommy O’Haver.

2 Extraído de su web: http://www.the-brights.net/

3 Texto alojado en su propia página: https://laicismo.org/quienes-somos

4  Dalit es alguien de la clase mas baja en India, a quienes aquellas personas que pertenecían a las cuatro principales castas tenían prohibido tocar. Antes eran conocidas como intocables pero hoy este término se considera ofensivo.

5 Traducción de parte de la sección About de su sitio web https://fira.org.in/about-fira/

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¿Cómo nos organizamos históricamente? ¿Qué pasó (primero en este continente pero después también en otras áreas del planeta? 7/7

El hecho de que la mayoría de las personas que menciono sean occidentales no significa que el ateísmo sea un invento occidental. Ni mucho menos. Cuando aquí nadie podía asegurar que no creía en la existencia de ningún dios, en otros lugares sí que era posible. En India, Estado que sufre grandes problemas por la abundancia de creencias y supersticiones, conviven religiones como la hinduista, el islam, la sij, el budismo, la jainista o el zoroastrismo, entre otras, y existieron tradicionalmente filosofías ateas como la chárvaka. La filosofía chárvaka de materialismo indio fue muy crítica con la religión hinduista. Los textos ateos eran destruidos por hinduistas, así que no se conservan los de la filosofía chárvaka. Dentro de la hegemónica religión en India, las antiguas escuelas sankhya —que empezó siendo atea y luego fue deísta— y mimamsa no aceptaban un dios creador. El jainismo es una religión no teísta que sí cree en el karma pero no reconoce la autoridad de los textos sagrados del hinduismo y que es seguida por alrededor de cuatro millones de fieles. Tampoco cree en los dioses del panteón hindú ni en otro dios creador y sostiene que el universo —que es el resultado de las leyes de la naturaleza— está lleno de vida y que todos los seres poseen un alma más o menos compleja. La ahimsa es una doctrina que también aparece en el budismo y en el hinduismo pero especialmente entre jainas. Se trata de un precepto filosófico que aboga por la no violencia y el respeto a todas las formas de vida, sobre todo las animales. A raíz de estos pensamientos es muy popular en este sector de la población la dieta vegetariana. Quienes practican el jainismo, con sus creencias y llevando una vida guiada por la no violencia, en la que practican el ayuno y la mortificación del cuerpo, esperan detener la rueda de las sucesivas reencarnaciones y pasar al nirvana, un estado de liberación del sufrimiento.

Ciertamente, el ateísmo no es un invento occidental. Sin embargo, la noción de laicismo tal y como la conocemos ahora, sí que es de origen europeo y es necesario tomar precauciones al trabajar con ella, pues a veces tiende al eurocentrismo.

Como título del capítulo se señalan dos preguntas. En su respuesta no se puede obviar que históricamente nos hemos organizado a partir del sistema patriarcal y de la supremacía blanca y europea, algo que se articuló dede el siglo XV, cuando las potencias de este continente extendieron sus tentáculos por toda la Tierra en la terrible colonización. Estas actitudes llevaron a la gente blanca a despreciar a aquellas que no lo eran demasiado (considerando que eran sub-humanas pero tenían alma) y a esclavizar a las más oscuras (a las que ya no veían como humanas en absoluto). De estos fenómenos, nos quedan hoy el racismo y la colonialidad o el neocolonialismo actual, secuelas de los siglos de expansión europea por el globo terráqueo.

Angela Davis, gran exponente del feminismo antirracista, analiza el racismo en EE.UU. y cómo el sector blanco y conservador de ese país se las arregló para llenar el país de cárceles y recluir en ellas a la población afroamericana en ¿Son obsoletas las prisiones?. En esta obra encontramos la siguiente reflexión:

Aunque el gobierno, las corporaciones y los medios de comunicación dominantes tratan de representar al racismo como una aberración desafortunada del pasado que ha sido relegada al cementerio de la historia estadounidense, este sistema sigue influenciando profundamente las estructuras, las actitudes y los comportamientos contemporáneos. No obstante, cualquiera que se atreviera a promover la reintroducción de la esclavitud, la organización de bandas de linchadores o el restablecimiento de la segregación legal sería desestimado sumariamente. Pero deberíamos recordar que lxs ancestrxs de muchxs de lxs más ardientes liberales de hoy no podrían haber imaginado la vida sin esclavitud, la vida sin linchamientos, o la vida sin segregación. La Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia que se reunió en Durban en 2001 divulgó la inmensidad de la tarea global para eliminar el racismo. Hay muchos desacuerdos respecto de qué es racismo y cuáles son las estrategias más efectivas para eliminarlo. Sin embargo, y especialmente con la caída del régimen de apartheid en Sudáfrica, existe un consenso global sobre el hecho de que el racismo no debe definir el futuro del planeta.1

Frente a la persistencia del racismo entre las actitudes habituales del siglo XXI, es necesario fortalecer el antirracismo.

Continuando con los análisis de autoras feministas Ochy Curiel en su artículo ya de 2009 Hacia la construcción de un feminismo descolonizado explica lo que significa la descolonización para los feminismos:

Desde el feminismo la descolonización implica no solo reconocer la dominación histórica económica, política y cultural de Europa sobre los pueblos de América, Asia y África sino las secuelas de estos procesos: las dependencias múltiples del Sur frente a procesos culturales y políticos que han sido producto del capitalismo, la modernidad occidental y la colonización europea, así como los efectos de la racialización y (hetero) sexualización de las relaciones sociales, la legitimación del pensamiento único, la naturalización y la institucionalización de muchas de las prácticas políticas de nuestros movimientos sociales. Entendemos que estas dependencias se actualizan en nuestra subordinación frente a las políticas de desarrollo y las lógicas colonialistas de la cooperación internacional.2

Las actuales relaciones entre lxs habitantes de las diferentes tierras son reflejo de la situación de colonialidad que se sigue produciendo, algo que se debe tener en cuenta al analizar cualquier fenómeno internacional.

1 Davis, Angela: ¿Son obsoletas las prisiones?, Córdoba (Argentina): Bocavulvaria Ediciones, 2017.

2 Curiel, Ochy: Hacia la construcción de un feminismo descolonizado en Aproximaciones críticas a las prácticas teórico-políticas del feminismo latinoamericano. Buenos Aires: En la frontera, 2010.

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¿Cómo nos organizamos históricamente? ¿Qué pasó (primero en este continente pero después en otras áreas del planeta) en los últimos siglos? 6/7

Doreen Valiente (1922-1999) fue una londinense que no creía en un dios, sino en una diosa. Tomó ese apellido de su segundo marido —norma patriarcal en numerosos Estados, costumbre en otros—, un exiliado republicano español. Suma sacerdotisa del aquelarre de Gerard Gardner (1884-1964), colabora junto a él en la creación de los rituales de la Wicca, una religión no teísta que se basa en los hechizos y en la naturaleza. Publica libros muy importantes como Natural Magic (Magia natural), Witchcraft for Tomorrow (Brujería del mañana) o el de de poemas The Charge of the Goddess (La carga de la diosa).

El siglo XX es un periodo complejo y en su segunda mitad, a raíz del fin de la IlGM, en la mayoría de los países en los que se instalan regímenes totalitarios de inspiración leninista se favorece un ateísmo de Estado, en el que las religiones en ocasiones son muy perseguidas. Se consideraban una superestructura irracional típica de las sociedades capitalistas. La gente se sintió atacada en sus tradiciones. En los noventa, tras la caída de la URSS y de estas dictaduras, las viejas religiones cobraron una fuerza mayor que la que tenían a principios de la centuria y que conduce a los atentados de inspiración religiosa de los inicios del XXI. Es hora de intentar construir una nueva organización de carácter religioso que no sea dogmática y no induzca a las personas a cometer actos de violencia contra nadie. 

Desde hace ya varias décadas quienes se dedican a la astronomía parecen lxs más adecuadxs para opinar sobre la existencia o no de Dios, ya que empiezan a conocer cómo funciona el universo. Es el caso de Margherita Hack (1922-2013), astrónoma que se declaraba “atea, feminista y vegetariana en una Italia católica, machista y carnívora”. Sobre la necesidad de creer en dioses escribió en su obra Mi infinito. Dios, la vida y el universo: reflexiones de una científica atea:

“Quienes no aceptan la fe y, por tanto, no aceptan la «mediación» del misterio de la vida por parte de ninguna casta, estiman que creer en Dios es un modo infantil de explicar todo aquello a lo que la ciencia no puede dar respuesta, y nace de la necesidad de tener un apoyo, una guía, alguien que nos explique cual es el sentido de la existencia. Como prueba del infantilismo del creyente se recuerda que lo «divino» en la vida de los hombres se ha ido atenuando con el aumento del conocimiento, con el progreso de la ciencia y de la comprensión de los fenómenos”1

Aquellxs que han estudiado a fondo la astrofísica suelen ser atexs, o al menos no teístas. Ateo se confesó Stephen Hawking (1942-2018) quien tras escribir en El gran diseño declaró:

“En el pasado, antes de que entendiéramos la ciencia, era lógico creer que Dios creó el Universo. Pero ahora la ciencia ofrece una explicación más convincente. Lo que quise decir cuando dije que conoceríamos ‘la mente de Dios’ era que comprenderíamos todo lo que Dios sería capaz de comprender si acaso existiera. Pero no hay ningún Dios. Soy ateo. La religión cree en los milagros, pero estos no son compatibles con la ciencia”.2

En los primeros años del siglo XXI podemos encontrar a un grupo de autorxs que desarrollan sus escritos basándose en el convencimiento de que Dios no existe. Es el Nuevo Ateísmo con figuras como Cristopher Hitchens (1949-2011), Richard Dawkins, Sam Harris, Daniel C. Dennet, Victor J. Stenger (1935-2014), Ayaan Hirsi Ali y Greta Christina, esta última también bloguera y abiertamente lesbiana. Como escritorxs, consiguieron muy buenas ventas exhibiendo una marcada percepción de los peligros de la religión tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, 11 de marzo de 2004 en Madrid y 7 de julio de 2005 en Londres, atentados a los que seguirían otros y no solo en occidente, en una onda de destrucción se extendió por todo el planeta.

El caso de Ayaan Hirsi Ali es peculiar. Nació en Somalia en 1969, acudió a la secundaria en una escuela islámica de Kenia y emigró en 1992 a Países Bajos, donde estudio Ciencias Políticas y llegó a formar parte del parlamento. Se declaró feminista y atea, se dedicó a criticar el islam y participó en el cortometraje “Sumisión” de Theo Van Gogh (1957-2004), a raíz del cual el director fue asesinado en 2004. Ella recibió las mismas amenazas de muerte. Sin embargo, tuvo la precaución de tomar medidas de protección, mientras que el director no lo hizo. Años después volvió a emigrar, esta vez a EE.UU. Allí ha continuado su cruzada contra la religión islámica y el multiculturalismo con el apoyo de la derecha estadounidense.

Taslima Nasrin, nacida en 1962 en Bangladés, ha publicado varios textos pero sus obras están prohibidas en su país, del que fue desterrada a finales del siglo XX, siéndolo después del Estado de Bengala Occidental en India. Trabajó como ginecóloga y ha denunciado en numerosas ocasiones el maltrato que han recibido siempre las mujeres por parte de las religiones, un hecho que afecta millones de personas y que ha de cambiar, por lo menos lo haría con la que aquí se propone. Según ella el conflicto ideológico entre el islam y las demás religiones no es tal, se trata de una batalla entre los sectores fundamentalistas y la laicidad. En sus palabras: “prácticamente no hay diferencia entre un fundamentalista judío, cristiano, musulmán o hindú”.3

Ibtissan “Betty” Lachgar nació en 1975 en Marruecos. Es atea, feminista, activista de los derechos humanos y defensora de LGTBIQ+. En 2009 cofundó el movimiento MALI (Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales) para en sus propias palabras: “romper los tabúes, luchar por todas las libertades individuales, la igualdad entre las mujeres y los hombres, además de los derechos sexuales y reproductivos, tales como la libertad sexual, los derechos LGBTI e, incluso, el derecho al aborto; así como el fundamentalismo religioso y las discriminaciones”. 

Ayaan Hirsi Ali, Betty Lachgar, y Taslima Nasrin son acusadas a menudo de ser islamófobas. Puede que a veces lo sean, si bien el hecho de que se trate de mujeres educadas en sociedades islámicas convierte su situación en algo muy diferente a las circunstancias de alguien que ha crecido, por ejemplo, en culturas cristianas o hinduistas muestra (en ocasiones, sin disimulo y sin reconocerla) su islamofobia.

La mayoría de lxs autorxs y activistas aquí detalladxs son occidentales y han seguido el camino de la libertad religiosa y el descreimiento que surgieron en Europa en el siglo XVIII, tras dos siglos en los que las diferentes sectas del cristianismo se enzarzaron en sangrientas guerras religiosas entre ellas, y que impulsaron a mucha gente a concluir que se estaría mejor sin religión. Quienes, gracias al estudio de sus obras, hayan adquirido amplios conocimientos sobre ellxs podrían juzgar —con razón—, que lo que he hecho es una revisión muy simplista de sus doctrinas filosóficas y de sus escritos. Pero lo que he tratado de exponer es que los preceptos del cristianismo y del islam han sido puestos en duda en los últimos siglos.

En esa lista no se podía incluir a Charles Darwin (1809-1882), puesto que, a pesar de que su teoría de la evolución basada en la selección natural ayudó a desmontar el Creacionismo y el argumento del diseño inteligente a favor de la existencia de Dios, lo cierto es que no cuestionó abiertamente en ningún texto su existencia. Apenas en una carta privada confesó, después de elaborar la Teoría de la Evolución, que no creía ya en la Biblia ni en Jesucristo. Ni siquiera en la autobiografía que escribe pocos años antes de morir y que se publica de manera póstuma se atreve a declararse ateo, agnóstico, deísta o panteísta. 

1 Margherita Hack Mi infinito. Dios, la vida y el universo: reflexiones de una científica atea. Barcelona: RBA, 2012. 

2 Entrevista realizada a Stephen Hawking por el diario El Mundo en 2014. https://www.elmundo.es/ciencia/2014/09/21/541dbc12ca474104078b4577.html

3  Frase extraída de un artículo en el medio indio The Federal  https://thefederal.com/states/south/karnataka/taslima-nasreen-likens-hijab-to-chastity-belt-of-the-dark-ages/

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¿Cómo nos organizamos históricamente? ¿Qué pasó (primero en este continente y después en otras áreas del planeta) en los últimos siglos? 5/7

Emma Goldman (1869-1940) fue una mujer dedicada a la causa obrera, no una teórica o alguien que escribiese sobre Dios o las religiones. A pesar de ello, nos dejó artículos como La filosofía del ateísmo, donde se muestra muy optimista pues afirma que el teísmo está siendo sustituido por el ateísmo y que “hace tiempo que el teísmo se habría venido abajo sin el apoyo simultáneo del dinero y el poder”. Tras participar en varios conflictos y después de algunas estancias en la cárcel, fue deportada de los EE UU, a los que había emigrado desde la Rusia zarista en la que nació. Vivió en la URSS entre 1920 y 1922 pero no le gustó lo que encontró. De esa época son My Disillusionment in Russia (Mi desilusión en Rusia) y My Further Disillusionment in Russia (Mi posterior desilusión con Rusia). Murió en 1940 en su exilio canadiense, un año después de que la II República Española —con la que había colaborado— perdiera la guerra y mientras Hitler invadía países en Europa. Parecía que la extrema derecha —en aquel momento bajo la forma de opresivos sistemas, como el nazismo, el franquismo o los fascismos de distintos países— se iba a adueñar del mundo. Pero no lo hizo. Ahora también lo parece, usando un sistema de democracia representativa en el que apenas se permite votar a quienes no están nacionalizadxs. Hemos de organizarnos más para conseguir que de nuevo no lo logre. Con las dificultades económicas que traerá un planeta dañado con un clima cambiado y menos recursos cada año, será posible que crezca aún más una extrema derecha que ya está muy bien situada. Es necesaria una alternativa a las ideologías neoliberales hegemónicas.

Virginia Bolten (1876-1969) fue militante, anarquista, sindicalista y feminista. En 1899 dirigió la edición de la ciudad argentina de Rosario de La Voz de la Mujer, un periódico anarco-feminista que salió en 1896 y 1897 en Buenos Aires, cuyo lema era era “ni Dios, ni patrón, ni marido».  Virginia participó en diversas acciones en la ciudad de Rosario  y otras de Argentina hasta que finalmente en una de sus detenciones fingió ser uruguaya y fue deportada al país vecino donde escribió para la publicación La acción obrera. Años después se apartó de la primera línea, si bien continuó ligada al movimiento anarquista. Escribía en Montevideo en 1908:

“Un Dios al que le toman la sangre todos los días en diferentes partes del mundo; un Dios que se traga y se digiere nos da una pobre idea de su potencia; un Dios que murió por redimir el mundo, y que está sin redimir a pesar de 19 siglos de muerte anual, su omnipotencia nos resulta impotencia; su poderío debilidad, porque sólo reina en cerebros débiles y enfermos, su justicia el colmo de la injusticia; su fuerza es degeneración porque sólo le agrada lo bestial y nuestra repugnancia por lo natural permitiendo los conventos y castigando a las madres y a los hijos hasta la cuarta generación, por un pecado que no le es. En resumen para tener un Dios cruel, infame y vengativo, que sólo se ocupa de nosotros para el mal, preferimos pasarnos sin él”.1

Bertrand Rusell (1872-1970), filósofo y matemático británico que en su vejez protestó contra la Guerra de Vietnam y las armas nucleares, publicó varios textos en los que proclamaba su ateísmo. En uno de ellos ¿Por qué no soy cristiano? escribe:

“En este mundo, podemos ahora comenzar a entender un poco las cosas y a dominarlas un poco con ayuda de la ciencia, que se ha abierto paso frente a la religión cristiana, frente a las iglesias, y frente a la oposición de todos los antiguos preceptos. La ciencia puede ayudarnos a librarnos de ese miedo cobarde en el cual la humanidad ha vivido durante tantas generaciones. La ciencia puede enseñarnos a no buscar ayudas imaginarias, a no inventar aliados celestiales, sino más bien a hacer con nuestros esfuerzos que este mundo sea un lugar habitable, en lugar de ser lo que han hecho de él las iglesias en todos estos siglos.”2

En 1950 le conceden el Premio Nobel de Literatura. Rusell, que entre otras cosas era un aristócrata, se convirtió en un decidido anticomunista tras comprobar en la Unión Soviética (como Emma Goldman) en qué había quedado la Revolución de Octubre. 

Igual de anticomunista fue siempre Ayn Rand (1905-1982). Exiliada a EEUU desde la URSS, trabaja en Hollywood, publica en su país de acogida varias novelas, una serie de ensayos en los que alaba las virtudes del individualismo y una importante obra filosófica. Su figura de intelectual atea escandalizaba, periódicamente a través de la televisión, a la sociedad estadounidense del siglo XX.

Frantz Fanon (1925-1961), nacido en Dominica, denunció el colonialismo y el racismo con el que operaban los gobiernos europeos, que colonizaban las mentes y, aunque consiguieron incluso que algunos de quienes eran colonizados se convirtiesen en soldados y se jugasen la vida por ellos —como hizo el propio Fanon en la II Guerra Mundial—, después blanqueaban su presencia en sus ejércitos3. Una vez terminada la guerra, las metrópolis pretendían seguir controlando sus países. 

Escribe en Los condenados de la tierra, libro publicado tras su muerte en 1961:

Pero los comunicados triunfantes de las misiones, informan realmente acerca de la importancia de los fermentos de enajenación introducidos en el seno del pueblo colonizado. Hablo de la religión cristiana y nadie tiene derecho a sorprenderse. La Iglesia en las colonias es una iglesia de blancos, una Iglesia de extranjeros. No llama al hombre colonizado al camino de Dios sino al camino del Blanco, del amo, del opresor. Y, como se sabe, en esta historia son muchos los llamados y pocos los elegidos.4

Con el inicio de los procesos de descolonización —a veces ocurrió antes— las diversas iglesias cristianas cambiaron su personal y se constituyeron nuevas congregaciones. Sin embargo, lo que tardó más en cambiar es la imaginería que, a menudo sigue mostrando  un Jesucristo con poca melanina. Los imperios coloniales se fueron pero resulta obvio que allí se quedaron sus empresas, su moralismo religioso —que logra que en Uganda estén penalizadas las relaciones homosexuales— y sus Iglesias, entre otras cosas. 

Jean-Paul Sartre (1905-1980) y Simone de Beauvoir (1908-1986) son dos existencialistas de convicciones ateas que formaron una pareja poliamorosa, avant la lettre. Nunca se casaron y acabaron convirtiéndose en un icono para las corrientes de pensamiento izquierdistas.

Sartre publicó en 1943 el ensayo El ser y la nada, antes y después de muchos textos de diferentes géneros, llegando a serle concedido el Premio Nobel de Literatura en 1964, galardón que rechazaría. En 1946 publica la transcripción de la conferencia El existencialismo es un humanismo. En ambas obras desarrolla sus tesis existencialistas en las que se muestra una criatura humana que es angustia, desamparo y desesperación y está guiada por la nada ante la inexistencia de Dios, hecho que lo condena a ser libre. Sartre, como gran parte de lxs filósofxs de la segunda mitad del siglo XX, consideraba el problema de la existencia o no de Dios como algo superado. Su muerte era algo que ya había certificado Nietzsche en el siglo XIX. No podían sospechar el gran auge que experimentarían el cristianismo y el islam con el desplome de la URSS y el principio del siglo XXI.

Simone de Beauvoir fue educada de pequeña para ser una buena cristiana. Pero a los quince años se da cuenta de que era atea. Con el tiempo comprende que la han educado además para ser mujer porque, como escribiría más adelante, “no se nace mujer, se llega a serlo”. Publica en 1949 El Segundo Sexo, texto que inaugura la segunda ola del feminismo. Las mujeres que desarrollaron diferentes teorías feministas en los sesenta habían leído este libro. Como escribe sobre ella Alicia Puleo  en la web Mujeres en red

“En el feminismo existencialista de Simone de Beauvoir, el ser humano no es una esencia fija, sino «existencia», es decir «proyecto», «trascendencia», «autonomía», «libertad». Por lo tanto, escamotear a un individuo las posibilidades de proyectar su vida según lo entienda por el hecho de pertenecer al «segundo sexo», al sexo femenino, es dominación, es injusticia. Observemos que esta idea fundamental de «El Segundo Sexo» es hoy asumida por millones de personas que no han leído esta obra ni han oído hablar de ella.”5

En este fragmento de Memorias de una joven formal, la autora francesa nos muestra sus pensamientos sobre la muerte al no creer ya en Dios: 

“Hice otro descubrimiento. Una tarde, en París, comprendí que estaba condenada a la muerte. Estaba sola en el departamento y no refrené mí desesperación: grité, rasguñé la alfombra roja. Y cuando me levanté atontada me pregunté: «¿Cómo hacen las demás personas? ¿Cómo haré?» Me parecía imposible vivir toda mi vida con el corazón retorcido por el horror. Cuando el vencimiento se acerca, me decía, cuando uno ya tiene treinta, cuarenta años y piensa: «¿Será para mañana?» ¿Cómo se soporta? Más que la misma muerte temía ese espanto que pronto sería mío, y para siempre.

 Felizmente durante el año escolar esas fulguraciones metafísicas se espaciaron: me faltaba tiempo y soledad. En cuanto a la práctica de mi vida, mi conversión no la modificó. Había dejado de creer al advertir que Dios no ejercía ninguna influencia sobre mis conductas: nada cambió en ellas cuando renuncié a él. Yo había imaginado que la necesidad de la ley moral emanaba de él; pero se había grabado tan profundamente en mí que permaneció intacta después de su supresión. Mi madre no debía su autoridad a un poder sobrenatural sino que mirespeto daba un carácter sagrado a sus decretos. Seguí sometiéndome a ellos. Ideas de deber, de mérito, tabúes sexuales: todo fue conservado.”6

Simone de Beauvoir desmitifica conceptos tradicionales como el matrimonio, la familia o la maternidad y por ello fue muy criticada.

1  Texto que es parte de su artículo escrito en La acción Obrera nº 13 con fecha de 20/04/1908.

2 Bertrand Rusell: ¿Por qué no soy cristiano? Barcelona: EDHASA, 1979.

3 Este blanqueamiento del ejército de la Francia Libre se percibe en que numerosos soldados no blancos que participaron en el desembarco de Provenza, fueron reemplazados por otros blancos en agosto de 1944 y, aunque lograron pudieron desfilar con ocasión de la Liberación de París, su presencia fue hurtada en numerosos desfiles.

4 Fanon, Frantz: Los condenados de la tierra. Tafalla (Navarra): Txalaparta, 2022

5 Alicia Puleo: Simone de Beauvoir: filósofa existencialista, pensadora de nuestra libertad; en http://www.mujeredsenred.net/spip.php?article1274

6 Simone de Beauvoir: Memorias de una joven formal. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1967.

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¿Cómo nos organizamos históricamante? ¿Qué pasó (primero en este continente y después en otras áreas del planeta) en los últimos siglos? 4/7

Mijail Bakunin (1814-1876) conoce a Marx durante la estancia de ambos en París. A pesar de sus posteriores desavenencias, en ese momento no son amigos, pero se toleran. Muchos años después, en 1869, el ruso escribe Federalismo, socialismo y antiteologismo en el que plantea que si Dios existiese entonces el ser humano sería su esclavo y como el ser humano es libre, Dios no existe. En él afirma:

““A menos, pues, de querer la esclavitud, no podemos ni debemos hacer la menor concesión a la teología, porque en ese alfabeto místico y rigurosamente consecuente, el que comienza por A debe llegar fatalmente a Z, y el que quiere adorar a dios debe renunciar a su libertad y a su dignidad de hombre:

Dios existe, por tanto el hombre es esclavo.

El hombre es inteligente, justo, libre, por tanto dios no existe.”1

Después ya de su muerte aparece Dios y el Estado, donde el autor sostiene que la imagen de Dios sirvió tradicionalmente al Estado para sofocar el espíritu de rebelión del ser humano y que si Dios existiese, no seríamos libres. Por lo tanto, habría que deshacerse de él.

John Stuart Mill (1806-1873) fue un filósofo, político y economista británico. Aun cuando en filosofía se dedicó a la lógica y la ética y fuera de ella, a temas propios de la política liberal de mediados del siglo XIX, en su Autobiografía relata su educación agnóstica:

“Permitirme a mí adquirir nociones contrarias a sus propias convicciones y sentimientos en materia de religión hubiera sido algo incompatible con las ideas que tenía mi padre acerca del sentido del deber. Desde un principio, me inculcó la doctrina de que nada podía saberse en lo referente al origen del mundo; que la pregunta «¿Quién me ha creado?» no podía responderse, ya que carecíamos de la necesaria experiencia y de la información adecuada para contestarla; y que cualquier respuesta que diéramos nos llevaría a enfrentarnos con dificultades todavía mayores pues la cuestión siguiente se nos presentaría de inmediato en estos términos: «¿Quién creó a Dios?».”2

Louise Michel (1830-1905) es una institutriz que participa en la insurrección de La Comuna de París y por ello es condenada a destierro en Nueva Caledonia. Durante la deportación conoce el pensamiento anarquista. En 1880 regresa y se dedica a dar discursos por Francia y los países cercanos a París. Durante su actividad pública sufre varios atentados. En uno de ellos, un monárquico la dispara y le mete una bala en la cabeza pero Michel se recupera. Es una gran defensora de la igualdad de derechos entre mujeres y hombres y del divorcio.

En 1898, al final de su texto “La Comuna de París” escribe maravillada por el descubrimiento de los rayos X:

“Ya se puede ver a través de los cuerpos opacos; entonces nada hay que impida llegar hasta el final. Los mundos también gracias a la ciencia, entregarán sus secretos, y será el fin de los dioses, la eternidad antes y después de nosotros en el infinito de las esferas persiguiendo igual que los seres sus eternas transformaciones. ¡Ánimo, he aquí el germinal secular!”3

Friedrich Nietzsche (1844-1900) ve el cristianismo como “una religión de esclavos”, que impide desarrollar nuestra voluntad de poder —uno de sus conceptos clave—. Según él, está basada en un gran desprecio por la vida terrenal, por el cuerpo humano, por el sexo, por el placer y por el poder. En 1882 declaró la muerte de Dios en La gaya ciencia, hecho que representó un verdadero terremoto que trastocaba toda la realidad conocida hasta entonces. Quizá parezca que 1882 es demasiado pronto. ¡Se muestran tan fuertes hoy,  más de ciento cuarenta años después, las religiones patriarcales! A finales del siglo XIX, la muerte de Dios pudo ser “certificada” en ciertos países como Alemania o Francia y durante el XX, en importantes territorios de Europa,Occidental, algo que no ocurriría en otros especialmente cristianos, como por ejemplo, la España de Franco —llamada en ese tiempo la Reserva espiritual de occidente—, el Portugal de Salazar, Italia o la República de Irlanda. En 1918 Anatoli Lunacharski, Comisario de Instrucción Publica de la URSS, promovió un juicio contra Dios acusándole de múltiples crímenes contra la humanidad. Fue encontrado culpable y lo ejecutaron —si bien es difícil matar a alguien que probablemente no existe, hicieron disparos hacia el cielo— en un acto público4. La idea de que Dios había muerto, de que era una figura que ya no podía determinar nuestras vidas, es un concepto que se extendió por la Tierra de la mano de los Partidos Comunistas y que perdió fuerza desde las dos últimas décadas del siglo XX pero que ha quedado en la mente de un enorme número de personas de todo el globo.

Nietzsche se apoya en el eterno retorno, una imagen que seguramente parta de la Samsara o la clásica Rueda de las reencarnaciones, que pensadores como el especialmente misógino Schopenhauer (1788-1860) —partiendo de la base de que, hasta finales del siglo XX, la mayoría de los hombres escritores tenían opiniones muy negativas de las mujeres y minusvaloraban más que hoy sus capacidades— habían importado de filosofías y religiones orientales. Estas doctrinas sostienen que nuestra existencia es parte de una rueda en la que se repiten las sucesivas vidas y reencarnaciones. En Así habló Zaratustra aparece este concepto aunque también se muestra otro, en mi opinión muy desafortunado: el de Superhombre. El consejo del filósofo con respecto al Eterno Retorno sería: “haz que tu vida merezca la pena ser vivida una y otra vez”; frente al mensaje cristiano: “puedes tener una vida miserable pero si cumples los mandamientos y tienes fe, tendrás otra vida mucho mejor después de la muerte”.

La utilización de las del pensamiento de Nietzsche por parte de dictaduras del siglo XX, como el nazismo o los fascismos, así como su influencia en la visión de la humanidad de los regímenes también dictatoriales del llamado “socialismo real”, trajeron consigo una desvalorización de sus tesis cuando todos estos sistemas políticos cayeron, con el consecuente auge posterior de las viejas y patriarcales religiones teístas.

Sigmund Freud (1856-1939) publica en 1927 El porvenir de una ilusión. En ella realiza un dibujo psicoanalítico de lo que supone la creencia en dioses para el ser humano. Según él, las criaturas humanas se sintieron desvalidas al prever su propia muerte y al comprobar la capacidad de destrucción de los fenómenos naturales. Entonces se forjaron la ilusión de un padre que les protegiese. Freud escribe en su obra:

“Ya sabemos que la impresión terrorífica que provoca al niño su desvalimiento ha despertado la necesidad de protección -protección por amor-, proveída por el padre; y el conocimiento de que ese desamparo duraría toda la vida causó la creencia en que existía un padre, pero uno mucho más poderoso. El reinado de una Providencia divina bondadosa calma la angustia frente a los peligros de la vida; la institución de un orden ético del universo asegura el cumplimiento de la demanda de justicia, tan a menudo incumplida dentro de la cultura humana; la prolongación de la existencia terrenal en una vida futura presta los marcos espaciales y temporales en que están destinados a consumarse tales cumplimientos de deseo.”5

Teresa Mañé (1865-1939) es maestra y anarquista. Funda varias escuelas laicas, en las que apoya la educación mixta —en aquel momento era segregada— y aconfesional, defiende la igualdad de la mujer y el amor libre. Colabora intensamente en La Revista Blanca y su suplemento Tierra y Libertad en su primera época (1898-1905) y en la segunda (1923-1936), ya dirigida por su hija Federica Montseny6. Escribe:

“Pero si nosotros abogamos en favor de la libertad de enseñanza, no es para que podamos enseñar en las escuelas nuestras ideas ácratas, como los ortodoxos pretenden que se enseñe su religión; nosotros la queremos, sencillamente, porque queremos la libertad en todo y para todo, y porque tenemos confianza en nosotros, en nuestras ideas y en la misma libertad, que la consideramos superior a cuantas teologías y sistemas filosóficos puedan concebirse.”7

1 Mijail Bakunin: Federalismo, socialismo y antiteologismo. Madrid: Júcar, 1980.

2 John Stuart Mill: Autobiografía. En la recopilación de Cristopher Hitchens: Dios no existe: lecturas esenciales para el no creyente. Random House Mondadori: Barcelona, 2009.

3 Michel, Louise: La comuna de París: historia y recuerdos. Madrid: La Malatesta; La Laguna, Tenerife: Tierra de Fuego, 2014. 

4  Aquí se puede saber más sobre el promotor de este curioso juicio: https://es.wikipedia.org/wiki/Anatoli_Lunacharski

5 Sigmund Freud: El porvenir de una ilusión. Madrid: Taurus, imp. 2012

6  Federica Montseny Mañé (1905-1994) fue una política, sindicalista, anarquista y escritora española, ministra durante la Segunda República, siendo la primera mujer en ocupar un cargo ministerial en España y una de las primeras en Europa occidental.  https://es.wikipedia.org/wiki/Federica_Montseny

7 Extraído de la web del Centre de Formació d’Adults Teresa Mañé http://www.xtec.cat/cfa-teresamanye/ensenyament_teresa.html

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¿Cómo nos organizamos históricamente? ¿Qué pasó (primero en este continente y después en otras partes del planeta) en los últimos siglos? 3/7

Uno de los temas que más se trataron en la época de la Ilustración, es el de la intrusión de la religión en la política. Este asunto no solo fue debatido por los filósofos que publicaban sino que llegó, seguramente de igual modo, a los salones que organizaban mujeres ricas e instruidas para discutir diversas cuestiones y se fue haciendo más importante. La principal consecuencia de estas polémicas fue que, años más tarde, en la Revolución, el nuevo poder instó a una importante descristianización de Francia. 

En noviembre del año en el que comenzó se confiscaron diversas tierras y bienes de la Iglesia, en febrero de 1790 se suprimieron las órdenes religiosas y, en julio, la Asamblea Nacional Constituyente publicó la Constitución Civil del Clero, que quitaba a los sacerdotes sus derechos especiales, convirtiéndolos en funcionarios del Estado. El papa Pío VI la condenó al año siguiente. Se aprobó el divorcio y el Estado se hizo cargo de funciones como el registro de nacimientos, defunciones y matrimonios, tareas antes confiadas a la Iglesia Católica. 

Olympe de Gouges (1748-1793) recibió una formación muy básica pero suficiente para escribir como dramaturga. En sus obras los personajes hablan de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, de la necesidad del divorcio y la abolición de la esclavitud. Participó en la Revolución Francesa y publicó en 1791 la Declaración de derechos de la mujer y la ciudadana como respuesta a la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano, aprobada con un par de años de anterioridad por la Asamblea Nacional. Detenida por su defensa de los girondinos, fue juzgada sumariamente y guillotinada.

Al principio del proceso revolucionario, en lugares como Notre Dame de París, se instauró el culto a la diosa Razón, entendida como una alegoría del pensamiento racional. Robespierre (1758-1794), tiránico líder entre 1793 y 1794, así como quienes le seguían, eran más partidarios de no estimular el ateísmo, de modo que instigaron un culto al Ser Supremo, en el que llegó a participar el dictador, durante alguno de sus desfiles por las calles de París.

Miles de clérigos y monjas colgaron los hábitos y una gran cantidad decidieron contraer matrimonio para no despertar sospechas sobre su fidelidad a la Revolución. Gran parte de aquellxs que abandonaron sus prácticas religiosas no las recuperaron jamás. Como resultado, Francia se volvió en poco tiempo un Estado mucho más laico que los de su entorno, algo que en adelante formará parte de sus señas de identidad. Además, con Napoleón algunos valores revolucionarios y la semilla del librepensamiento fueron propagados por Europa. 

Tras el segundo derrocamiento y destierro definitivo del emperador, vendría un período reaccionario denominado Restauración, que duraría en Francia hasta 1830, año de la revolución que trajo la “Monarquía de julio”, ya por fin constitucional, y que quedó superado definitivamente en Europa en 1848, año en el que se desataron numerosas revoluciones por todo el continente y se publicó el Manifiesto Comunista.

A lo largo del siglo XIX en Occidente la ciencia va sustituyendo a Dios como manera de explicar el mundo. Sobre esto, es muy significativa la anécdota protagonizada por Pierre Laplace y Napoleón Bonaparte, el que ha sido calificado como “ejecutor de la Revolución Francesa” que, por otra parte, había sido alumno del científico:

Se cuenta que cuando Pierre Simon Laplace(1749-1827) presentó a Napoleón su libro “Traité de Mécanique céleste”, éste —que había sido alumno suyo en la Escuela Militar— amigo de preguntas embarazosas, le comentó: “Habéis escrito un libro sobre el sistema del Universo, sin haber mencionado ni una sola vez a su Creador”. A lo que el autor contestó: “No he necesitado esa hipótesis, Sire”. La respuesta de Laplace hacía hincapié en el hecho de que 100 años antes, cuando Newton interpretó el funcionamiento del sistema solar utilizando su ley de la gravitación, no fue capaz de explicar ciertas irregularidades que deberían aparecer en algunas órbitas planetarias. Newton hacía entonces intervenir a Dios para corregir dichas anomalías y que el sistema siguiera siendo estable. Cuando le contaron a Lagrange1 este episodio, exclamó: “¡Ah, pero es una bella hipótesis, eso explica muchas cosas!”.2

En 1811, con 19 años, Percy Shelley (1792-1822) publica, en el actual Reino Unido, el panfleto La necesidad del ateísmo, lo que le valió la expulsión de la universidad de Oxford. Así que se casó por primera vez y se marchó a Escocia. Rápidamente se deterioró su vida conyugal, al tiempo que iba haciéndose seguidor de las teorías del librepensador William Godwin, viudo de la autora de Vindicación de los derechos de la mujer, Mary Wollstontencraft. Finalmente trabó amistad con él. Después se fugó con sus dos hijas casándose con el tiempo con Mary (1797-1851) —el matrimonio no era una de la prioridades de la pareja Shelley—, la autora de Frankenstein o el moderno Prometeo. Percy fue un conocido poeta romántico y planteó el ateísmo en Gran Bretaña, lo que era bastante comprometedor dada la religiosidad de la sociedad inglesa de aquella época.

Ludwig Feuerbach (1804-1872) nació en lo que hoy conocemos como Alemania, en el entonces independiente Estado de Baviera. En 1830, publica Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad. En el libro, el autor señala que las criaturas humanas morimos completamente y que no podemos esperar ninguna vida eterna después de la muerte. La inmortalidad es así, algo que se puede atribuir a la especie, no a cada persona individual. En 1841 publica La esencia del cristianismo, ensayo en el cual explica que es nuestra  especie la que creó a Dios en base a lo que no se cumple en nuestras propias características. En este libro escribe:

“La religión es la desunión del hombre consigo mismo: porque ella considera a Dios como a un ser opuesto a él. Dios no es lo que es el hombre    —el hombre no es lo que es Dios. Dios es el ser infinito, el hombre el ser finito: Dios es perfecto, el hombre imperfecto; Dios es eterno, el hombre temporario; Dios es omnipotente, el hombre impotente: Dios es santo, el hombre pecaminoso. Dios y el hombre son dos extremos: Dios es lo absolutamente positivo, el contenido de todas las realidades: el hombre es sencillamente lo negativo, el concepto de la nada.”3

Esta es la base de la idea de enajenación o alienación. Se muestra un Dios que es una creación del ser humano pero que cobra una especie de vida propia y lo domina. Este concepto fue retomado por Karl Marx (1818-1883) para la elaboración del socialismo científico.

Marx escribe en 1845 las Tesis sobre Feuerbach, pero no son publicadas durante su vida. En la tesis número 11 dice: «Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.» Para Marx no tiene sentido hablar de Dios porque no se ha demostrado su existencia, mientras que lo que sí que existe y ejerce una gran fuerza es la religión. La visión de Marx de la religión se basa en cómo el capitalismo se sirve de ella para mantener a lxs obrerxs adormecidxs mientras siguen produciendo. Escribe en la Crítica de la filosofía del derecho de Hegel:

“La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, así como el espíritu de una situación sin alma. Es el opio del pueblo”.4

En ese sentido la religión se muestra como una forma de alienación por dos razones: porque se centra en algo como es Dios creado por el ser humano que se independiza de sus creadores y porque promete un Cielo a lxs obrerxs, donde les va a resarcir de todas las penalidades que sufren en La Tierra, sirviendo de consuelo y evitando así la revolución.

Marx además apunta que la religión suele apoyar en realidad, no a las clases desfavorecidas —a pesar de que a menudo se encargue de prestar ciertos servicios sociales— sino a la clase dominante, fomentando que esta siga en el poder, favoreciendo que las circunstancias continúen siendo las mismas e intentando impedir que quienes las soportan se subleven.

1 Joseph-Louis Lagrange (1736-1813)  fue un importante físico, matemático y astrónomo que, aunque nació en Italia paso gran parte de su vida en Francia y en Prusia.

2 Texto extraído de una versión antigua de la web del Instituto de Física Corpuscular de la Universidad de Valencia.  https://ific.uv.es/rei/Historia/anecdotas2.htm

3 Ludwig Feuerbach: La esencia del cristianismo, Madrid: Trotta, 2013.

4 José Antonio Riestra: Karl Marx: escritos juveniles. Madrid: Emesa,1980.

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¿Cómo nos organizamos históricamente? ¿Qué pasó (primero en este continente pero después en otras partes del planeta) en los últimos siglos? 2/7

Aproximadamente desde el siglo XV, Europa se dedicó a saquear, explotar y controlar políticamente grandes extensiones de la Tierra creando colonias y lxs europexs fijaron como una de sus metas difundir por el globo los cultos cristianos en sus diferentes versiones. Mientras los misioneros evangelizaban, tuvieron lugar en su continente de origen varias guerras religiosas que indujeron a lxs que las sufrían a preguntarse si no se viviría mejor sin religión. Quizá sea una de las causas de que empecemos a encontrar en Europa más críticas al cristianismo y menos en los países que sufrieron la colonización. Estas críticas se harían profundamente fuertes y terminarían extendiéndose a otros continentes, llegando a otros territorios y planteando una situación como la actual, en la que una religión teísta y patriarcal que pretende fomentar los derechos humanos, pero que es inevitable relacionar con el colonialismo está perdiendo fieles continuamente.

Del mismo modo que Baruch Spinoza (1632-1677) —a quien se considera casi siempre panteísta pero a veces secretamente ateo— publicó sus obras en el Amsterdam del siglo XVII, en otra parte del continente, donde las autoridades no eran tan tolerantes, fue escrito de forma anónima y mantenido en secreto —como texto para ser poseído en selectas bibliotecas y no publicado— el libro Theophrastus redivivus. Esto sucedió antes del período europeo y americano conocido como La Ilustración, aunque es una obra no bien conocida hasta el XX. En el manuscrito, del que solo se conservan cuatro ejemplares originales, se puede leer:

“La existencia de Dios, la creación del mundo a partir de la nada, que la religión sea entregada y enseñada por Dios y no fruto de la astucia de los gobernantes, la inmortalidad del alma y la existencia del Paraíso y de los Infiernos, no se pueden demostrar con la razón natural, a pesar de que algunos teologastros digan lo contrario”.1

Aquel texto fue producto de una corriente de pensamiento del siglo XVII que se produjo en Francia, frecuentemente ninguneada por los libros de Historia: el libertinismo. Este movimiento cultural se desarrolló en salones, a menudo organizados por mujeres, en los que se experimentaba una gran libertad para establecer amoríos y luego mantener relaciones sexuales pero además, para pensar diferente en materia de religión. Esta corriente de pensamiento fue adoptada por las clases altas en Francia, mientras en otros lugares de Europa sucedían cosas diferentes. 

En 1674 en la ciudad de alemana de Jena, Mattias Knutzen distribuye unos panfletos ateos, en los que dice que no existen ni Dios, ni el diablo, ni las almas inmortales y que la Biblia es inverosímil debido a su gran cantidad de contradicciones. Las autoridades de la ciudad y de la Universidad de Jena comenzaron a perseguirle por ello pero huyó y consiguió desaparecer del mapa.

En 1689, en Varsovia fue ejecutado Kazimierz Łyszczyński (1634-1689) que había escrito, en la intimidad de su hogar, el tratado De no existentia dei (La no existencia de Dios). Era un aristócrata y terrateniente que fue robado por por el nuncio papal, al que había prestado dinero y que aprovechó para acusarlo de ateo con la finalidad de no tener que devolverle el préstamo. El manuscrito original fue mandado quemar por la Dieta del Gran Ducado de Lituania pero han pervivido algunas citas que aparecen en el documento que relata el proceso. Una de ellas dice:

“La religión fue constituida por personas sin religión, que querían ser adoradas ellas mismas, ya que los dioses no existen. La piedad religiosa fue creada por impíos. El temor de Dios fue difundido por temerarios para que la gente tuviera miedo de ellos al final. La devoción que se dice piadosa es un diseño de los seres humanos. Las doctrinas religiosas, ya sea que digan ser lógicas o filosóficas, y que se jactan de ser la enseñanza de la verdad de Dios, son falsas, y por el contrario, la doctrina condenada como falsa, es la verdadera.” 

Hasta finales el Siglo XVIII, en numerosos lugares de Europa, decir que eras atex podría significar poner en peligro tu vida. Todavía el rey Luis XIV de Francia era un cristiano muy intolerante, lo que se traducía en que si bien en París había una enorme cantidad de súbditxs atexs o deístas, no lo reconocerían públicamente y mucho menos ante su rey. 

En ese país, pero ya en la época de Luis XV, que estaba mucho más abierto a las críticas religiosas, el sacerdote Jean Meslier al morir en 1729, dejó tres ejemplares de un testamento conocido por la publicación posterior por parte de Voltaire en 1762 —todavía durante ese mismo largo reinado— del texto titulado Extracto de los sentimientos de Jean Meslier. Hoy se distribuye como Testamento de un cura ateo, mientras el del mismo testamento lo hace como Memoria contra la religión.

En el legado de Meslier podemos leer:

“Así también, so pretexto de conduciros al cielo y procuraros la felicidad eterna, os impiden gozar tranquilamente de cualquier bien en la Tierra. Por último, os reducen a sufrir en esta vida, la única que tenemos, las penas de un infierno, éste sí absolutamente real, con el pretexto de preservaros en la otra vida, una vida que evidentemente no existe, de las penas imaginarias de un infierno también inexistente. Como no existe tampoco esa vida eterna sobre la que tratan de alimentar vanamente —para vosotros, aunque para ellos no sea tan inútil— tanto vuestros temores como vuestras esperanzas.”2

En 1761, el barón d’Holbach (1723-1789) publica con el seudónimo de un muerto Le cristianisme dévoilé (El cristianismo desenmascarado), al que siguen varios libros contra la religión cristiana. El barón organizaba unas cenas —claro está, elaboradas y servidas  por sus sirvientas— con tertulia a las que asistían intelectuales como el enciclopedista Denis Diderot (1713-1784) o Jean Jacques Rousseau (1712-1778) y en ellas se hablaba abiertamente de ateísmo. En 1770 publica, bajo el seudónimo de otro difunto, Le sistème de la nature (Sistema de la naturaleza), donde insiste en que no hay ningún Dios y que la naturaleza sigue sus propias normas de funcionamiento. No en vano es considerada una de las obras cumbre del materialismo francés. El propio Holbach y Diderot eran de los pocos hombres catalogados como intelectuales que se declaraban ateos en Europa, ya que era más usual decir que creías en un dios, mas no en el que describía La Biblia.

Desde la Edad Media se especulaba con la existencia de lo que se llamó Tratado de los tres impostores —que serían, nada más y nada menos que Moisés, Jesucristo y Mahoma— y se acusó de su autoría a diferentes personajes que no mostraban excesivo celo en su cristianismo o que tenían problemas con el papado.

Por fin aparece algo parecido, publicado en los tolerantes Países Bajos en 1719 de forma anónima, con una autoría seguramente colectiva y escrito en francés —es probable que en el siglo XVII—, titulado de La Vie et l’ Esprit de Mr. Benoît de Spinosa. Es un texto deísta, que niega que las tres grandes estrellas de las principales creencias establecidas pudiesen atribuirse la capacidad de describir cómo es Dios y señala que la secular ignorancia humana sobre casi todos los temas, consigue que le supongamos arquitecto de la realidad. Tiempo después, en 1768, ese escrito sería simplificado —añadiendo algunos capítulos pero suprimiendo otros— y reeditado por Holbach y uno de sus propios editores bajo el título de Traité des trois imposteurs (Tratado de los tres impostores)

1 Rodríguez Donís, Marcelino: El Theophratus redivivus y la eternidad del mundo, Universidad de Sevilla.

2 Meslier, Jean: Testamento de un cura ateo. Buenos Aires: El cuenco de plata, 2011.

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¿Cómo nos organizamos históricamente (primero en este continente y después en otras áreas del planeta)? ¿Qué pasó en los últimos siglos? 1/7

Tradicionalmente nos hemos organizado en base a las religiones. A menudo funcionaban como la hindú, en torno a un conjunto de diosxs pero en los milenios más recientes, en una clara expresión del patriarcado, las que más éxito tuvieron fueron aquellas en las que se dibujaba un cosmos surgido de un único dios de género masculino.

Hay varias religiones que no se basan en un dios creador, como la budista. Si bien a veces el budismo es considerado una filosofía más que una religión, lo cierto es que, de hecho, constituye una de estas últimas —mayoritaria en varios Estados— y que, para mucha gente, es atea. En algunos casos se contempla a Siddhartha Gautama —o Buda— como un dios y, a menudo, se combina con el culto a diferentes divinidades, de forma que no se puede considerar como tal. Son organizaciones de carácter religioso ateas o, de una manera más precisa, no teístas: la religión jainista, una escuela de la hindú que rechaza la existencia de lxs diosxs o ciertas iglesias modernas que han aparecido en los últimos doscientos años en diversos lugares.

El hecho de ser atex o agnósticx en China, Japón, Corea del Norte, Corea del Sur, Taiwan, Australia, Nueva Zelanda, Europa occidental y ciertos territorios de Europa central  (como la República Checa) es muy normal. Si a esta constatación le añadimos que el budismo es una religión que no se basa en un dios creador de la realidad, resulta que puede haber bastante más de mil millones de personas ateas o agnósticas en la Tierra. Pertenecer a este grupo, en lugares como EE UU, es aparentemente tolerado y está amparado por las leyes, pero no está bien visto. Y en otros países menos garantes de los Derechos Humanos es un hecho intolerable que te hace pasar años en la cárcel, incluso en algunos, abandonar la religión teísta tradicional es un delito castigado con la muerte.  La verdad es que, dadas las crisis sociales y ecológicas en las que ya nos encontramos —esta última incluye el cambio climático— y la energética que se avecina, sería conveniente que formases parte de un culto organizado, aunque fuese el de quienes practican una religión atea/agnóstica (o al menos no teísta).

En multitud de territorios son habituales los señalamientos y las persecuciones por no creer en el mensaje de las religiones dominantes, no practicar sus ritos y no acatar sus prohibiciones. El clásico individualismo de las opciones laicas lo que consigue es que aquellxs que no siguen la tradición estén desprotegidxs y se enfrenten a la realidad con menos apoyos, sin ser parte de ninguna comunidad. Esto es algo que seguro les ayudaría, ya que en caso de dificultades, lxs que las integran suelen colaborar unidxs para intentar superarlas. Con esto no quiero decir que quienes practican las grandes religiones patriarcales estén libres de ser individualistas —el individualismo en este primer acto del siglo XXI llega a todos los rincones—, sino que la alternativa a ellas siempre se ha planteado desde una perspectiva individualista.

El ateísmo no es igual que el agnosticismo ni que otras formas de entender el universo. Unx atex niega la existencia de Dios, unx agnósticx sostiene que es imposible conocer si existe o no y unx panteísta asume que la naturaleza es Dios. Lo importante de algunas religiones tradicionales en Asia del Este y del Sudeste es que no son teístas, o sea, que no están interesadas en el concepto de una conciencia que haya creado el mundo y se relacione estrechamente con las personas.

El hecho de ser atex o escépticx no es una condición sine qua non para participar en esta nueva organización de carácter religioso que me dispongo a proponer. De igual manera podría hacerlo alguien agnósticx, panteísta, incluso deísta. Lo único requerido sería no adorar al dios padre de la tradición monoteísta. Mas tampoco a múltiples diosxs como en la politeísta. Pero esto no significa que no se crea en nada. Hay diferentes modos de creer. Lo más usual es que la deidad que sea venerada, se inmiscuya en las vidas de las criaturas humanas: que las premie si han llevado una vida acorde a sus enseñanzas o que las castigue si no lo han hecho y han cometido pecados. También puede realizar actos que desafíen las leyes de la física, o sea milagros. Se trataría entonces de un culto teísta el que se practica a su alrededor. 

Puede ocurrir que lo que se estime es que hay una entidad que creó la realidad en la que vivimos y estableció las leyes que gobiernan el universo pero que no interfiere en los asuntos de sus creaciones. Eso representaría una creencia deísta. Lx deísta percibe por todos lados señales de la existencia de ese ente, en cambio lx agnósticx no cree que lo sean.

Quienes se definen como panteístas no ven la imagen de Dios como un ser sobrenatural, sino que llaman así al universo o la naturaleza.

El teísmo, al postular que lxs diosxs miran y prestan atención a todo lo que hacemos o dejamos de hacer, tiene cierto componente de egocentrismo, o al menos de antropocentrismo. Ser deísta implica no ser teísta. Hay gente que cree en unx diosx sobrenatural, incluso acepta que ha creado algo que ha terminado siendo el universo o multiverso, pero que no se preocupa de la existencia de las personas: ni las vigila ni juzgará sus vidas cuando mueran. En unx que ni nos creó “a su imagen y semejanza”, ni observa nuestros actos, ni escucha lo que pensamos. Eso sería un ejemplo de ser deísta no teísta. Lxs deístas no creen que haya nadie pendiente de si cumplimos o no los preceptos de determinada religión teísta y patriarcal, nadie que pueda acompañarnos en los diversos trances de la vida o que escuche cuando alzamos nuestras oraciones. Si queremos que alguien nos comprenda y nos acompañe solo podremos contar con criaturas humanas1 —las animales pueden ofrecernos compañía pero no nos entienden profundamente—, entonces será conveniente organizarse y buscar el bienestar general.

El deísmo es una filosofía que rechaza los cultos, no admite las revelaciones como fuentes de conocimiento, de manera que fue hasta ahora reacia a las religiones organizadas. En mi opinión sin embargo, estos grupos son muy útiles debido a que proporcionan la estructura necesaria para que puedan erigirse comunidades. 

Esta distinción entre deístas y teístas es fundamental. La mayoría de las religiones tradicionales son teístas: monoteístas son cristianismo, islam y judaísmo, entre otras menos conocidas como, sijismo, zoroastrismo, yazidismo o mandeísmo, por ejemplo; politeísta es la hindú, a pesar de lo cual en ella podemos encontrar escuelas deístas, incluso ateas. Conocemos otras politeístas como las de las antiguas civilizaciones, pero están ya extintas. Por el contrario, el jainismo y el budismo no son teístas —si bien, sobre todo en esta última, en muchas corrientes encontramos divinidades protectoras de tal o cual asunto—, como tampoco lo son muchas religiones creadas en lo siglos XX y XXI.

Entre los cultos que se siguen todavía, uno de los monoteísmos más antiguos es el zoroastrismo. Sin embargo su práctica se circunscribe a algunas decenas de miles de fieles frente a los más de dos mil millones que profesan el cristianismo en cualquiera de sus versiones o los más de mil ochocientos millones que lo hacen con el islam.

La comunidad científica, al igual que una importante parte de la población del planeta,  organiza su pensamiento basándose en lo que se denomina ateísmo práctico, que sería no contar con la existencia de una diosa en los problemas a los que se enfrentan. También es conocido el término apateísmo, que surge de una gran apatía hacia cualquier tema en el que deísmo o teísmo estén implicados.

Encuentro paradójico que criaturas humanas que suelen participar en movimientos de liberación prefieran la visión de un Dios teísta antes que la de una diosa deísta. Dejando de lado el sempiterno patriarcado —omnipresente en las sociedades anteriores al siglo XXI, hoy en nuestra mano está que deje de serlo—, es posible que sea por miedo a la soledad. Las personas se decantan por ser vigiladas y juzgadas como precio a pagar por sentirse acompañadas en determinados trances de la vida. En esos momentos yo creo que es más útil rodearse de otrxs, ya que es probable que en algún momento de sus vidas pasen algo parecido a lo tuyo. Quizás, que esta opción teísta resulte tan frecuente, simplemente sea porque faltan propuestas.

Personalmente, yo oscilo entre el ateísmo y el agnosticismo. Unas veces pienso que si alguna vez existió algunx diosx, debió de sentir una gran soledad en su magnificencia, dado que era muy diferente de los seres que creó; y en el supuesto de que fuese omnipotente, habría tenido a bien “suicidarse”, cesar en su existencia, para que no hubiese diferencia de estatus entre ellx y sus creaciones y así, estas se sintiesen completamente libres. Otras veces lo que creo es que nunca existió nada. En cualquier caso, jamás lo podremos saber. 

Para la vida cotidiana, tanto de atexs o agnósticxs, como la de panteístas o deístas, en el fondo es irrelevante si Dios existe o no. No es tan importante. No se cuenta con ello a efectos prácticos del día a día ni te puede acompañar en situaciones especiales. Quienes son teístas en cambio, notan la presencia de ese ser en su vidas en todo momento.

Lo que yo creo es que, puesto que asumimos que no podremos contar a lo largo de nuestra vida con esa compañía divina, tendremos que centrarnos en buscar la humana y será conveniente organizarse cuando pensemos ser una multitud.

En el pasado, aprendimos a vivir pensando que somos la suma de un cuerpo que se va deteriorando y de una conciencia articulada en torno un alma inmortal. Con el transcurrir de los siglos, los mayores avances en la ciencia y la medicina, a lo que se añade la observación e identificación de ciertas demencias y enfermedades como la de Alzheimer, hoy en día es asumido que tal alma inmortal no existe y que nuestra conciencia es producto de la interacción de neuronas en nuestro cerebro. Parece que nada es eterno, ni sobrevive tras la muerte pero hoy sospechamos que el espacio-tiempo es infinito y yo tengo la creencia de que nos volveremos a producir en él. Por ahora dejo esta idea aquí, ya la desarrollaré en el último capítulo.

1 Me gusta usar esta construcción lingüística porque indica cierto infantilismo y cierta animalidad. Hemos de tener siempre presente que solo somos animales humanxs.